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OpenAI ha recibido esta semana una megainversión millonaria: ¿por qué aun así Sam Altman necesita más dinero?

Esta semana, OpenAI ha logrado una de las mayores inyecciones de capital en la historia reciente de la inteligencia artificial. No solo eso: se trata de una de las mayores inversiones privadas de l...

OpenAI ha recibido esta semana una megainversión millonaria: ¿por qué aun así Sam Altman necesita más dinero?

Esta semana, OpenAI ha logrado una de las mayores inyecciones de capital en la historia reciente de la inteligencia artificial. No solo eso: se trata de una de las mayores inversiones privadas de l...

Esta semana, OpenAI ha logrado una de las mayores inyecciones de capital en la historia reciente de la inteligencia artificial. No solo eso: se trata de una de las mayores inversiones privadas de la historia y convierte a la compañía de Sam Altman en una de las tres mayores empresas de nueva creación respaldadas por capital riesgo, junto con SpaceX, de Elon Musk, y ByteDance Ltd, propietaria de TikTok.

Concretamente, la compañía ha cerrado una ronda de inversión de 6.500 millones de dólares, alcanzando una valoración de 157.000 millones de dólares —algo más de 140.000 millones de euros—. Sin embargo, a pesar de este hito financiero, Altman, CEO de OpenAI, sigue en la búsqueda de más dinero.

¿Por qué una empresa que ha conseguido tanto necesita aún más capital? La respuesta está en los ambiciosos planes de crecimiento y expansión de OpenAI, y en la presión por mantenerse competitiva en un mercado de inteligencia artificial en rápida evolución.

Pero, detrás de la necesidad de financiación, hay un cambio fundamental en la filosofía de la empresa: la transformación de una organización sin ánimo de lucro, con una misión altruista, a una entidad con fines lucrativos. Lo que ha reabierto una brecha en OpenAI que viene de un tiempo atrás.

De una ONG a una empresa de lucro: el cambio que lo cambió todo

Cuando OpenAI se fundó en 2015, lo hizo con una misión clara y ambiciosa: desarrollar inteligencia artificial de manera segura y ética para el beneficio de la humanidad. En aquel entonces, OpenAI era una organización sin ánimo de lucro, y su objetivo no era competir por beneficios, sino asegurar que la IA fuera accesible y segura para todos. Sin embargo, este enfoque altruista ha cambiado radicalmente en los últimos años.

En su camino para convertirse en un líder de la industria, en 2019, la empresa adoptó un modelo híbrido, conocido como 'OpenAI LP', que le permite funcionar como una entidad con fines de lucro, pero con ciertas limitaciones en los beneficios que los inversores pueden obtener. Esta transformación fue clave para atraer a inversores como Microsoft, que han inyectado miles de millones en la empresa.

Sin embargo, este cambio de enfoque también ha generado tensiones internas y ha llevado a la salida de empleados y directivos 'core' que no comparten la nueva visión comercial de la compañía.

Es decir: al cambiar su estructura de una organización sin ánimo de lucro a una empresa con fines de lucro, OpenAI ha asegurado su capacidad para atraer capital de inversores que buscan retorno, pero también ha desencadenado la salida de empleados y directivos que no compartían esta nueva visión. Algunos de los nombres más influyentes dentro de la compañía, incluidos varios cofundadores y líderes técnicos, han abandonado OpenAI en los últimos meses.

Uno de los factores que ha generado esta salida masiva ha sido el cambio de prioridades internas. La compañía ha pasado de priorizar la seguridad en el desarrollo de inteligencia artificial a centrarse en el crecimiento acelerado y la generación de ingresos, un movimiento impulsado por la necesidad de mantenerse competitiva y de garantizar a sus inversores retornos atractivos.

Esto es lo que ya advertían quienes desencadenaron la primera gran crisis de OpenAI a finales del pasado año, cuando Altman fue destituido como CEO por su propia junta directiva.

Compromiso con los inversores y exigencias para el futuro

El desafío de OpenAI no se limita a asegurar financiación, sino a gestionar las expectativas de sus inversores. En la última ronda de financiación, no solo se pidió a los inversores que proporcionaran capital, sino que —según fuentes del sector— también se les solicitó que no invirtieran en su competidor directo, Anthropic, una empresa emergente de inteligencia artificial que sigue un modelo más ético y centrado en la seguridad.

Este movimiento ha generado controversia, ya que limita las oportunidades de inversión de quienes apoyan a OpenAI. Sin embargo, es una muestra de cómo Altman y su equipo están haciendo todo lo posible para mantener su ventaja competitiva en un mercado cada vez más saturado.

Anthropic, que fue fundada por antiguos empleados de OpenAI, se ha convertido en uno de sus principales competidores, lo que explica por qué Altman está dispuesto a tomar medidas drásticas para proteger la posición de su empresa.

Además, OpenAI ha establecido un plazo de dos años para consolidarse como una empresa con ánimo de lucro. Si no logra este objetivo, los inversores podrían exigir la devolución de su dinero, lo que aumentaría la presión sobre la compañía para obtener beneficios a corto plazo.

¿Por qué necesita tanto capital una empresa como OpenAI?

A pesar de los miles de millones ya recaudados, OpenAI sigue necesitando grandes cantidades de capital para financiar su infraestructura y cubrir los costes asociados con el desarrollo y mantenimiento de sus modelos de IA.

La creación de grandes modelos de lenguaje, como GPT-4, y los proyectos relacionados con la IA generativa requieren enormes cantidades de recursos computacionales, lo que se traduce en gastos operativos extremadamente elevados.

El modelo de negocio de OpenAI se basa, en parte, en la comercialización de ChatGPT y otros servicios de IA, que han demostrado ser populares entre los usuarios. Sin embargo, los ingresos generados hasta ahora no son suficientes para cubrir los costes operativos a largo plazo.

La empresa también necesita seguir invirtiendo en infraestructura tecnológica, así como en talento altamente especializado para seguir siendo competitiva frente a gigantes como Google y Microsoft, que también están apostando fuerte por la IA.

Además, OpenAI se enfrenta a crecientes costes relacionados con la seguridad de sus modelos de inteligencia artificial. Aunque la empresa ha priorizado la velocidad y el crecimiento en los últimos meses, afirman que la seguridad sigue siendo una preocupación importante, y OpenAI necesita asegurarse de que sus productos no sean mal utilizados ni representen un riesgo para los usuarios.

Las consecuencias internas: una visión dividida dentro de OpenAI

El cambio de enfoque dentro de OpenAI no solo ha afectado a la estrategia externa de la compañía, sino que también ha tenido repercusiones internas. Como decimos, muchos empleados clave, incluidos ingenieros y científicos destacados, han abandonado la empresa en el último año debido a desacuerdos sobre la nueva dirección de la compañía.

Antes, OpenAI era vista como una entidad ética, enfocada en desarrollar inteligencia artificial de manera segura y con fines humanitarios. Ahora, la necesidad de generar beneficios ha cambiado las prioridades internas, lo que ha llevado a que muchos de sus empleados más antiguos y con mayor experiencia ya no se sientan alineados con los objetivos de la empresa.

¿Qué futuro le espera a OpenAI?

El futuro de OpenAI dependerá de su capacidad para equilibrar sus ambiciones comerciales con su compromiso de desarrollar inteligencia artificial sin riesgos para la humanidad.

En agosto, los ingresos mensuales de la startup alcanzaron los 300 millones de dólares, un 1.700% más que a principios de 2023, según informó el New York Times. OpenAI espera terminar el año con 3.700 millones de dólares en ventas anuales, según documentos financieros que revisaron los periodistas del New York Times.

El informe también reveló que OpenAI espera obtener 11.600 millones de dólares en ingresos el próximo año. Pero las expectativas de ingresos de la compañía requerirán que su número de suscriptores crezca.

Según datos recientes de The Information, ChatGPT cuenta con 10 millones de suscriptores de pago, a los que hay que añadir un millón más en forma de suscripciones de empresa, planes que son, además, más caros.

Puede que la clave para conseguir más clientes esté en su último lanzamiento: su nuevo modelo o1 —cuyo nombre en clave es 'Strawberry'— tiene capacidad de razonamiento, pero todavía está en sus primeros días y no está causando una gran repercusión.

Fuente: https://www.20minutos.es/tecnologia/fabricantes/openai-megainversion-millonaria-por-que-sam-altman-necesita-mas-dinero-5640396/

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